Era el 30 de mayo del 2022, a las dos de la tarde. Luego del primer par de horas de destrozos por el paso del huracán Agatha sobre Puerto Escondido, en la costa de Oaxaca, Érika Martínez y Johny Arango salieron velozmente de su casa para hacer el recuento de los daños en su terreno, y en su huerto y granja orgánica, llamada San Juan Alimentos Naturales.
Foto de San Juan Alimentos.
Con el ojo del huracán pasando justo encima de ellos, tuvieron solo 10 minutos de calma para confirmar algo que ya tenían por seguro: lo habían perdido casi todo.
Después de la tregua que por un momento hizo la naturaleza, volvieron a resguardarse. La segunda parte de la destrucción estaba en camino.
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Érika y Johny no volvieron a salir, hasta la noche. En efecto, el huracán había arrasado con el huerto, con su galera donde hacían sus propios fertilizantes y composta, con los invernaderos que tardaron años en acondicionar a la perfección, con la panadería que les daba un ingreso extra para sostener su proyecto autogestivo.
Foto de San Juan Alimentos.
Siembras que crecen
San Juan Alimentos Naturales tuvo sus días de gloria. El proceso de cultivar la tierra para producir ingredientes orgánicos –que lo mismo eran para autoconsumo o para su uso en restaurantes de la zona– fue arduo, pero empezó a rendir frutos que para ellos eran una gran recompensa.
Foto de Milpa Tacos.
Aunque el campo nunca ha sido un trabajo muy redituable, lo disfrutábamos porque siempre se siente mucho orgullo al tener entre las manos un producto que existe gracias a la tierra y al esfuerzo de mucha gente, asegura Érika.
La familia fue haciéndose poco a poco de un huerto en forma, que cada vez se daba más abasto para surtir de hojas, brotes y legumbres a algunos establecimientos.
Foto de Milpa Tacos.
Johny ya tenía nociones importantes del trabajo diario en el campo, pero en el camino tuvo que aprender mucho más y especializarse, en aras de volver más sustentable su proyecto.
Foto de San Juan Alimentos.
Empezaron con unas cuantas líneas de siembra, que luego se multiplicaron y después hasta pudieron techarse. Del proyecto dependían ellos, con sus hijos, así como más personas de la comunidad de San Juan Piedras Negras, Santa María Tonameca, en Puerto Escondido.
Hasta que llegó Agatha.
Un huracán sobre San Juan Alimentos
Por más que nos intentamos preparar, el huracán nos pegó muy fuerte. Con días de anticipación guardamos nuestras semillas, los documentos importantes para nuestra familia, tapiamos las ventanas…, cuenta Érika.
Todo fue en vano. La mujer recuerda con especial precisión el momento en el que, abrazados en medio de la oscuridad de su casa, comenzaron a escuchar cómo las láminas de su hogar, y las de sus vecinos, se desprendían y volaban. Cada ráfaga de viento, asegura, hacía vibrar con intensidad sus paredes. Nunca habían vivido algo similar.
Aunque el huerto fue de sus mayores pérdidas, la familia cuenta que otra de las cosas que más los preocuparon fue que sus vecinos se quedaron sin nada.
Foto de San Juan Alimentos.
Nosotros al menos tenemos nuestro hogar, pero a ellos no les resistió un solo techo. Sabíamos que teníamos que hacer algo por nosotros, pero decidimos primero ayudarles a ellos, porque las lluvias normales de temporada apenas empiezan y no tienen dónde guarecerse, afirma Johny.
A su vez, Érika relata que apenas ocurrida la desgracia, ella y su esposo se sentaron a reflexionar sobre lo ocurrido.
Honestamente, yo sí me dije: ‘Trabajamos muchos años para tener esto. ¿Por qué lo hicimos? ¿Valió realmente la pena?’ La respuesta no tardó en llegar, al mismo tiempo que nos empezó a llegar mucha ayuda de otras personas: claro que había valido la pena.
Amigos de todas partes
A menos de un mes de lo ocurrido, Érika y Johny reconocen que se sienten animados.
Apenas dieron a conocer por medio de redes sociales la gravedad de lo que les había pasado, el apoyo empezó a llegar de todas partes.
Foto de San Juan Alimentos.
El chef Travis Limoge, quien ha sido parte importante en el crecimiento de San Juan Alimentos Naturales, hizo incluso una campaña en GoFundMe, para colectar dinero y entregárselo a la familia.
De igual manera, festivales como Surf and Turf –organizado por el chef Alejandro Ruiz, y al que asistieron colegas del gremio de todo el país– donaron una parte de sus ganancias a la causa.
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También se llevó a cabo un evento para juntar fondos y víveres en Archivo Maguey, en la ciudad de Oaxaca, así como en la CDMX, a cargo de la cervecería Monstruo de Agua y el restaurante El Parnita.
Lo que de dichos esfuerzos llegó hasta los encargados de San Juan Alimentos Naturales, ha sido destinado de maneras diferentes.
Ellos cuentan que van a guardar una parte para comenzar a reconstruir su huerto y granja; no obstante, lo que hicieron primero fue comprar láminas para reparar las casas de cinco familias que se quedaron sin techo, así como compartir con todas las personas que han podido los víveres y la ropa que llegaron por medio de donaciones.
Dicen estar seguros de que lograrán estar bien pronto.
“Del campo se vive, y se vive muy bien”
Érika y Johny no dudan un solo instante cuando se les pregunta si seguirán dedicándose a lo mismo. Hace años saben que es su labor y consigna de vida.
No vamos a dejar de ser agricultores, porque llegar a esta ocupación fue un cambio bellísimo en nuestras vidas. Nos unió mucho como familia. El huracán nos cimbró en cuestiones materiales, pero nuestro espíritu sigue fuerte. Entendimos que no tenemos mucho dinero ni cosas físicas tan valiosas, pero estamos juntos, bien y queremos seguir produciendo para que los demás lo disfruten y tengan buena salud, dice ella.
Érika relata con emoción que su familia es muy dichosa por descubrir que tiene amistades tan valiosas, que siguen ahí a pesar de todo.
Su solidaridad nos ha llenado mucho de ánimo. Mientras nos reponemos de todo, queremos retribuir un poco de eso, mostrándole al mundo que del campo se vive, y se vive muy bien. Uno siempre regresa a la tierra. Nosotros estamos felices de hacerlo también, finaliza la mujer.
Foto de San Juan Alimentos.
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Si quieres apoyar lo mismo a San Juan Alimentos Naturales, que a otras personas que resultaron damnificadas por el huracán Ágatha, en la costa de Oaxaca, puedes hacer algún donativo en la campaña de GoFundMe que está en este link, así como escribir directamente a las redes sociales del proyecto, para solicitar que te compartan el número de cuenta al que puedes depositar.
En caso de que quieras apoyar con ropa o víveres, también puedes escribirles por Facebook o Instagram. ¡Todo ayuda mucho!
Periodista oaxaqueña, especializada en gastronomía. Cronista, perfilista e investigadora. Actualmente es editora en la revista Gourmet de México y escritora en Letras Libres y Milenio Diario.
