Este 20 de octubre, poco antes del mediodía, falleció el chef Armando Cajero, ícono de la panadería en México, representante de la gastronomía guiada por la temporalidad e investigador de los hongos comestibles de Puebla, su estado natal, y Oaxaca.
Su partida ha dejado un vacío y desconcierto grande en el medio culinario del país, tanto por lo joven que era el chef Cajero –apenas había cumplido 30 años el pasado septiembre–, como por lo repentino de todo lo sucedido.
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Hace apenas unos días, el chef participó de forma presencial en el festival del mole de caderas que organizó la Cofradía Mixteca, en la capital de Oaxaca. Se le veía bien, tranquilo como siempre. Nadie esperaba esto.
Armando Cajero, puro orgullo de Cholula
Nacido en Cuatlancingo, perteneciente a Cholula, Puebla, el chef Cajero fue un férreo defensor de la corriente Slow Food en México. Apostó siempre por la visibilización de los pequeños productores gracias a los que se lograban grandes platos, llenos de esencia mexicana.
El chef guiaba su ideología y su confección de platillos por las guías de la temporalidad y trazabilidad de insumos. En su restaurante Na’an eso era tangible a lo largo de la carta.
No obstante, en Harina y Sal su vida consagrada a las masas y al pan era algo digno de vivirse. Armando Cajero le dio una cara nueva a la panadería de Puebla y de México, lo mismo por la experimentación de la que siempre se sentía orgulloso, como por la generosidad con la que compartía sus conocimientos logrados a punta de exhaustivas investigaciones de campo.
Herencias
El legado del chef Armando Cajero es innegable. Sin duda, es y será un ejemplo para la gastronomía de Cholula, Puebla y todo el país.
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En Gudó Magazine creemos que la mejor forma de honrar la memoria de un ser querido, al que en vida quisimos por todo lo que trajo a nuestra existencia, es aprendiendo de su experiencia y replicando el valor de las causas a las que dedicó sus días.
Por toda la felicidad de la que nos hizo partícipes, por todas las delicias que llevó hasta nuestras mesas y por todo el conocimiento invaluable que nos legó: mil gracias, chef Armando Cajero. Descansa en paz.