Las Muerteadas en Oaxaca, especialmente en los Valles Centrales, son una tradición infaltable durante la época de Día de Muertos. En ellas hay mucho baile, música y, por supuesto, platillos y bebidas tradicionales. Esto es un poco de la comida de las Muerteadas que puedes encontrar estos días en varios pueblos del centro del estado.
Por Gudó Magazine
¿Qué son las Muerteadas?
Se trata de fiestas en plena calle, que se celebran regularmente cada 15 días en el mes de diciembre. Estos festejos van en movimiento y se hacen en honor al Día de Muertos. La comitiva que llega la fiesta está siempre disfrazada, principalmente de diablos, catrinas, chivos, personajes con máscaras de terror y hasta de políticos o gente famosa en todo el mundo.
Al mismo tiempo, detrás de este grupo de personas vestidas de manera extravagante, va un grupo de música de banda de viento.
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La naturaleza de la Muerteada lleva a este grupo de personas, y a todas las que del pueblo quieran unirse, a caminar por las calles principales del pueblo en donde se le celebre.
Una edición de esta tradición puede durar de entre las 6 de la tarde de un día y las 10 de la mañana del siguiente. Durante ese tiempo, los asistentes andan, bailan y comen platillos que solo pueden encontrarse en esa época del año.
La comida de las Muerteadas de Oaxaca
Dado que las Muerteadas duran muchas horas, es obvio pensar que quienes las celebran sientan hambre durante la noche, madrugada y hasta la mañana siguiente. La solución: las paradas que hace el grupo en hogares específicos del pueblo.
Estas estaciones son establecidas previamente por los organizadores del evento. Éstas están en casas de personas que quieran “amadrinar” la comida y bebidas de los trasnochados.
Al llegar a la casa en cuestión, los “muerteros” – que son los participantes disfrazados–, bailan canciones especiales que se tocan en vivo. En ese tiempo, los anfitriones de la casa empiezan a repartir entre todos la comida.
Entre estas comidas se cuentan lo mismo tamales de mole negro con pollo, mole amarillo y de mole verde. También pueden dar raciones de moles con guarnición de pollo y arroz blanco.
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En muchos lugares, especialmente en el distrito de Etla, se dan medias tortas con chileajos como los que se acostumbran en las posadas. De igual manera, hay una versión de este plato que solo va con frijoles en la base, así como queso fresco encima y salsa roja.
Otra comida de las muerteadas de Oaxaca son los panes de muerto, que se ofrecen en canastas, así como chocolate en tablillas artesanales y muchas frutas.
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En realidad, como se trata de eventos que se llevan a cabo después del Día de Muertos, la comida que regalan muchas veces viene de los propios altares de las familias.
Las bebidas para todos
Las casas que reciben a los asistentes normalmente dan tres bebidas: café, ponche y mezcal. Ésta última bebida, no obstante, está presente durante todo el festejo. Los mismos participantes abren decenas de botellas del destilado, mientras todos caminan por las calles.
Por todos es sabido que muchos muerteros acaban la noche verdaderamente alcoholizados. Pero para nada está mal visto. Las Muerteadas son celebraciones que, si bien son profanas, empiezan su recorrido en iglesias pero rinden honor a la muerte en un sentido culturalmente muy profundo.
Y eso siempre tiene que festejarse con un buen mezcal de Oaxaca.
La comida de las Muerteadas, al día siguiente, es literal “para levantar muertos”. En la mañana, las mujeres que ofrecen comida a los invitados sirven caldos de pollo y de gallina, con arroz rojo o amarillo.
Las cervezas para mejorar la resaca siguen; el mezcal, también.
La comida de las Muerteadas es inolvidable. En parte por la experiencia de vivir lo que pasa en las calles de los pueblos que preservan la tradición durante esas fechas, pero también porque la gastronomía que la acompaña no vuelve a repetirse hasta el siguiente año.