La lasaña es un platillo de origen italiano que ha logrado reconocimiento mundial gracias a su combinación de capas de pasta, carne, salsa y queso. A lo largo del tiempo, su preparación ha evolucionado, adaptándose a los ingredientes disponibles en distintas regiones.
Fuimos a una clase de lasaña a Cocina de Centro, un espacio culinario en Lomas de la Ciudad de México, y de la mano de la chef Lorenza Alcocer, descubrimos cómo hacerla mucho mejor en casa. ¡Te cuento todo lo que aprendí en dicha sesión!
Por: Isis Malherbe
La lasaña, un platillo que ha trascendido con los años
Su elaboración sigue la técnica clásica: láminas de pasta intercaladas con una mezcla de carne molida, salsa de tomate y queso gratinado. El resultado es un platillo con una textura suave y un equilibrio de sabores donde cada capa resalta los ingredientes utilizados. Gracias a su versatilidad, la lasaña se ha convertido en una opción popular tanto en reuniones familiares como en restaurantes especializados en cocina internacional.
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Aunque la lasaña se asocia principalmente con Italia, sus raíces podrían remontarse a la Antigua Grecia. El término “lasaña” proviene del griego lasanon, que significaba “recipiente para potaje”, y los romanos adoptaron esta palabra como lasanum para referirse a la olla donde se cocinaba el plato.
La receta más antigua de lasaña no proviene de Italia sino de Inglaterra. En el siglo XIV, en el libro de cocina inglés The Forme of Cury, ya aparecía una receta de un plato llamado loseyns, muy similar a la lasaña actual.
Un plato con muchas versiones
Aunque la versión más conocida es la lasaña boloñesa, con carne y salsa de tomate, existen muchas variantes alrededor del mundo. En Italia, cada región tiene su propia versión, como la lasaña napolitana, que incluye albóndigas y huevo duro, o la lasaña blanca, sin tomate, típica de Emilia-Romaña.
Masterclass con Prego en Cocina de Centro
Nos recibieron en Cocina de Centro con mandiles, en una cocina perfectamente equipada. En parejas, tomamos nuestro lugar frente a los ingredientes: láminas de pasta doradas, quesos de textura sedosa y una salsa espesa con el color y aroma del tomate maduro.
La chef Lorenza Alcocer nos guió paso a paso, revelando esos pequeños trucos que convierten un plato casero en una obra maestra. Cada capa de pasta, cada porción de queso derretido y cada toque de Prego nos acercaban al resultado final.
Se agrega jitomate, cebolla, ajo y zanahoria.
Se agrega carne molida en un bowl.
Se pica todo, se agrega la carne y se cocina hasta que todo este al punto.
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Preparación de la lasaña
La chef, comenzó hablándonos de la lasaña no solo como un plato, sino como una historia en capas. “Cada capa tiene su propósito, cada ingrediente su voz”, nos dijo.
Tomé mi lugar en la estación de trabajo y empecé a picar jitomate, zanahorias y ajo. La chef iba de mesa en mesa, guiándonos y corrigiendo. Cuando llegó el momento de dorar la carne, nos insistió en no apresurarnos. “Deja que la carne esté bien cocida”, dijo.
Ese dorado era la base de una salsa boloñesa que deseábamos comer al instante. Luego vino la bechamel, la clave estaba en la temperatura de la leche y en no dejar de batir.
El armado de la lasaña no fue nada complicado, con Prego, cada capa de pasta, salsa boloñesa, bechamel y queso se colocaba con un propósito. El horno se encargó del resto, y mientras esperábamos, el aroma nos envolvía.
Cuando al fin la sacamos, ya estábamos listos en la mesa para comerla. No cabe duda que la cocina tiene ese poder de conectar, de contar historias y de compartir con otras personas.
Se añade la carne a un molde junto con la pasta, en forma intercalada y por último se agrega el queso.
Se mete al horno 15 minutos, ya que este cocida la pasta y el queso derretido esta listo para disfrutar.
Mesa lista para disfrutar con amigos.
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Platillo con historia
En restaurantes de comida internacional y en pequeñas trattorias, la lasaña se mantiene fiel a la receta tradicional, respetando la combinación de salsa boloñesa y queso parmesano.
Más allá de su inconfundible sabor, la lasaña es un plato con historia. Originaria de la antigua Roma, su evolución hasta convertirse en el ícono de la gastronomía italiana es un viaje culinario que atraviesa siglos y culturas. Hoy, se estima que en Italia se preparan más de 5 millones de lasaña al año, y su popularidad global no deja de crecer.
