La llegada a Carmelitas Café es siempre alegre. Está llena de flores, de plantas y recibe en un comedor prácticamente al aire libre, en donde las mesas están llenas de tradición. La cocina de Guerrero es más que las chalupas, que el pescado a la talla y el pulpo enamorado. La sola gastronomía de la costa de dicho estado es un mundo en sí mismo. Carmelitas Café proviene de ese legado en Ixtapa Zihuatanejo, desde hace casi 40 años.
Carmelitas Café: de un ‘snack bar’ en el aeropuerto, a un clásico de Zihua
Carmelita Ramírez es la responsable de que muchos de los sabores de esta parte de Guerrero se conozcan en el exterior. Su restaurante es un clásico de Ixtapa Zihuatanejo. Es de esos lugares que los locales te dicen aseguran que son obligados a visitar.
La importancia del sitio, y lo que lo distingue de otros sitios de comida en la zona, es lo extenso de su repertorio de comidas y bebidas tradicionales. Pero también, lo muy honestamente que retrata la cultura de donde proviene.
Luego de comenzar como un local pequeño en el centro de Zihuatanejo, y hasta de una pequeña estancia bajo la forma de un snack bar en el aeropuerto de la ciudad, Carmelitas es hoy un lugar afianzado para conocer más del sur de México.
Nada para comprender, por ejemplo, la influencia libanesa que existe en la región debido al movimiento que históricamente ha generado su puerto, que sentarse a comer lo que hace Carmelita y su familia.
Nada para conocer la diversidad de los ingredientes que crecen cerca, así como las técnicas culinarias heredadas a lo largo de generaciones, que llegar un fin de semana a desayunar un buffet con decenas de recetas que posiblemente no sabías que existían en México.
¿Qué probar en Carmelitas Café?
Hace poco visitamos Carmelitas Café. Fue una experiencia muy grata. De esas veces en que vuelves a casa, haces memoria y recuerdas vívidamente lo que más te gustó. En nuestro caso: los tacos de lengua al vapor, la moronga con hierbabuena y el mole de la familia de Carmelita.
No obstante, otras opciones que nadie debería perderse son la lengua enchipotlada, los huevos en salsa de chile pasilla, aporreadillo en salsa roja, las costillitas de cerdo, el requesón en taco, los chilaquiles verdes y un café con canela o un mezcal cupreata.
Supimos que el desayuno no tendría falla, porque todas las tortillas y los sopes estaban saliendo directamente del comal al plato. Pon atención en los lácteos que sirven, porque son frescos y saben exactamente a lo que tienen que saber.
No te pierdas de disfrutar un par de horas en el patio de esa casona vieja de Ixtapa Zihuatanejo, escuchando música típica de la zona y, de preferencia, una buena plática con Carmelita que, como siempre, va de una a otra mesa preguntando si todos comieron bien, si tienen más hambre y si ya se tomaron un mezcal.
Dónde: Calle Heroico Colegio Militar S/n, Zihuatanejo, Zihuatanejo de Azueta, Guerrero.
Periodista oaxaqueña, especializada en gastronomía. Cronista, perfilista e investigadora. Veneradora del guacamole y el mezcal.